RELAX Y ESQUI EN MARIMANHA

12.01.2013 00:00

6 de Enero, último día festivo de Navidades y para algunos último día de bullicio de gente, colas, sin lugar para aparcar y curro a tope. Las fiestas de Navidad cambian si trabajas en una estación de esquí. Así que, para nosotros, 6 de Enero significaba relax, tiempo para esquiar y organizar alguna pequeña expedición.

3 días por delante para planear ¿qué hacer? ¿dónde ir? Varias opciones cuando sabes que en el Valle de Aran hay muchos rincones con buena nieve y aun sin tocar. Después de mucha indecisión nuestro destino fue la Cabaña de Marimanha, una pequeña pleta situada a 1900 metros de altitud con espacio justo para dos camas-banco, una mesita de bar y chimenea y, lo mejor de todo, delante de la cabaña una cara Norte que no le ha tocado el sol desde otoño repleta de canales sin huellas y con nieve fresca.

Lunes por la mañana, no muy temprano hay que decir, con todo preparado: Mochila, saco, arva, pala, sonda, hornillo, comida y algo más y, ¿Por qué no coger también un saco de leña de roble para vivir como reyes? Cargados hasta las cejas y con nuestra perra Gespa, empezamos el camino a la Cabaña de Marimanha, todo bajada así que viento en popa. Encontramos  nuestro palacete y como ya oscurecía tocaba comer. No puedes hacer muchas cosas más en una cabaña perdida en medio de la nada cuando oscurece. Encendimos un buen fuego y cenamos un menú al estilo rústico. En esas condiciones cualquier cosita te sabe a manjar, así que una pechuga de pollo a la pizarra con sopa caliente, bota de vino y, de postres,¡ que no falte el chocolate!

  

No era muy tarde cuando decidimos acostarnos, así al día siguiente estaríamos en marcha tempranito, nos esperaba un gran día. Al toque de queda matutino (no muy temprano hay que decir) nos pusimos en marcha: arva, pala, sonda, esquís, pieles y… foqueando que es gerundio. El día acompañaba, sombrita para subir y luego unos rayos de sol nos guiaron en la bajada. Una subida dura, más de lo esperado, nieve polvo, pendiente y… unos esquís demasiado gordos, 115mm de patín, al menos eso pensaba al subir en varios momentos de cansancio y desesperación, pero cuando estás bajando por esa canal y con esa nieve te olvidas de cualquier comentario despectivo que has hecho respecto a tus esquís de 115mm de patín.

 

La bajada fue única, pero larga y disfrutona, muy disfrutona. Después de una canal donde la nieve estaba polvo se abría una campa enorme con nieve algo más compactada que te deja correr y jugar entre árboles

 

Cuando terminamos la bajada solo pensamos en una cosa: ¡volver a subir! Pero se nos hacía tarde, tocaban las 3 del mediodía y 2 horas de subida no nos las quitaba nadie, así que hicimos una paradita en el camino de vuelta a nuestra cabaña para hacer un pequeño tentempié con el sol de cara y un paisaje para recordar.

 

Y como todo, llegó el día de volver, 3 días pasan volando. Recogimos el campamento y fuimos de vuelta a casa, un paseo precioso con buen tiempo y mucha nieve. Ahora ya sabemos dónde sí hay que repetir.

 

CABAÑA DE MARIMANHA, 7,8 Y 9 DE ENERO.

ADRIÀ PEREZ De ROZAS ARGILÉS

MARTA BENAIGES RENOM