Situación:
7 de la mañana, me despierto y veo el SEÑOR PAQUETON* que ha caído durante toda la noche, hay tanta nieve que tu cabeza sólo piensa en actuar rápido: vestirse, comer algo, coger los esquís y llegar al telesilla lo antes posible para hacer la primera bajada y estrenar esa nieve tan preciada, así andan algunos funatikos en Baqueira, todos con la adrenalina a tope viendo la cantidad de nieve polvo que hay acumulada.
Antes de tocar las 9:00 de la mañana, la estación está abierta y varios remontes en funcionamiento, pero algunos esquiadores esperan con ansias a que abran LA SILLA.
Los Pisters nos dicen que nos vayamos, que no van a abrir y que no saben cuándo abrirán, están petardeando la montaña para provocar aludes, pero hacemos caso omiso a sus indicaciones y seguimos esperando… Mientras tanto, algunos esquiadores aprovechan para hacer las primeras bajaditas por otras zonas, unos cuantos desisten de esperar y se largan resignados de la cola y quedan unos pocos que siguen aguantando la impaciencia con los esquís puestos hasta que abran la silla que lleva a uno de los sectores más amado por los riders de Baqueira, y el que todos quieren estrenar el día que han caído varios centímetros de nieve nueva.
Una vez abierto el telesilla esa muchedumbre se convierte en una especie de cola delante de la puerta de El Corte Inglés el primer día de rebajas, donde la mejor oferta se encuentra a 8 minutos de subida y 600 metros de desnivel. El primero que llega se la queda, es el momento de cortar el pastel y decidir cuál será tu parte, luego, uno tras de otro en pequeños grupitos van eligiendo su trocito, cada vez más pequeño o más difícil de encontrar, ahí están también los que saben aprovechar las partes del pastel que otros no querrían probar o no se atreverían.
Esto es una mañana de funatiks en Baqueria, al menos, la primera hora de la mañana, luego la estación se convierte en un bullicio de cascos, mochilas, arva, pala y sonda rallando todo lo que se cruza a su paso entre árboles, rocas, palas, canales o cortados.
